En QiGong se dice que el corazón es la "casa del Shen" y por lo tanto está íntimamente relacionado con la sangre. Sin embargo, el Shen se manifiesta fundamentalmente a través de la conciencia o de la actividad mental cuyo centro está en el cerebro o Dan-T´ien Superior, conocido en la alquimia taoísta como "Cavidad Original del Espíritu". Un texto taoísta dice al respecto:
"La naturaleza (Shen) está en el corazón y se manifiesta a través de los ojos; la vida (Jing) está en la parte inferior del abdomen y se manifiesta a través del órgano genital".
A la mayoría de nosotros se nos han enseñado que el corazón está constantemente respondiendo a las “órdenes” enviadas por el cerebro en forma de señales neuronales. Sin embargo, comúnmente no se sabe que, en realidad, el corazón envía más señales al cerebro que las que este envía al corazón a través del nervio vago. Hay al menos 40 mil neuronas en el corazón que se comunican con diferentes áreas del cerebro, incluidas la amígdala, el tálamo y el córtex.
Por otra parte, estas señales que envía el corazón tienen un efecto significativo sobre la función cerebral, influyendo en el procesamiento emocional, así como en las facultades cognitivas superiores, tales como la atención, la percepción, la memoria y la resolución de problemas. En otras palabras, no sólo responde el corazón al cerebro, sino también el cerebro responde continuamente al corazón. Así entendemos porque los taoístas decían que el Shen tenía dos moradas: el corazón y el cerebro.
Por ejemplo, durante el estrés y las emociones negativas (la ira, el enfado, el miedo, la preocupación...) el patrón del ritmo cardiaco es irregular y desordenado, el patrón correspondiente de las señales neuronales que viajan desde el corazón inhibe parte de las funciones cognitivas cerebrales. Esto limita nuestra capacidad de pensar con claridad, recordar, aprender, razonar y tomar decisiones efectivas.
Y por el contrario, durante los estados emocionales positivos (el aprecio, el cariño o amor, la paciencia, la compasión...) el ritmo cardiaco tiene un efecto beneficioso en el cerebro facilitándole la función cognitiva, reforzando los sentimientos positivos y la estabilidad.
En otras palabras, no sólo responde el corazón al cerebro, sino también el cerebro responde continuamente al corazón.
El movimiento, ya sea dinámico o estático es indicativo de Qi, los procesos orgánicos reflejan al Jing, mientras que el Shen es la conciencia de ese movimiento:
" Refina el Jing para transformarlo en Qi, refina el Qi para transformarlo en Shen, refina Shen para transformarlo en vacío".
"Por tanto debe ahuyentarse el pensamiento y abandonarse el deseo; entonces la mente se enderezará y el Shen se consolidará".
"Shen no tiene dirección ni forma.... lo que no puede ser medido por el Yin y el Yang se llama Shen"
Yi Ching
